Confesiones a un blog olvidado

Me presento ante ti con unos ojos bonitos pintados de bosque. Me presento ante ti con un pelo largo, castaño y trenzado. Me presento ante ti con unos labios besados por el cielo, el viento, y el sol. Tal vez solo me presento como una chica gorda y olvidada. La chica que solo sonríe, pero que huye de si misma. No se por qué hoy, ahora me veo gorda, fea y sucia. Puede que no sea mi perspectiva, tal vez veo la realidad y desde ese ahí los cortes soñados ayer sobre mi cuerpo tullido no sean más que señas de una muerte gorda, fea y sucia.
Me veo horrible ante el espejo. Qué asco de mi. Soy peluda. Llena de pelos por todos lados. Llena de gordura indeseable. Llena de asco. Soy un asco que apesta a muerte. Soy un algo olvidado por todos. Ya nadie se acuerda de mi, porque yo no me acuerdo de nadie. Y me siento tan sola... Tan espantada por el mundo... El sol se esconde tras la tierra y el horizonte se lo engulle. Ya nadie me quiere. Y me odio tanto mi ser, mi cuerpo no deseado por nadie, mis tetas con pezón volcánico, mi culo de vieja y mis piernas de cerdo que mañana ya no seré así.  Ya solo me queda respirar y cuando abra los ojos hacia un nuevo abismo, allí me veré: envuelta en llantos de bosque, de gordas, de feas, de sucios y de asco.