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Vuelo desesperada por las galaxias infinitas de mí.

sábado, 22 de febrero de 2014

Qué triste es acabar muerto en un océano glaseado por el hielo. Qué triste es abandonarse a uno mismo. Qué triste es... qué oscuro resulta al ser escuchado. Te has ido, nos hemos ido y aquí estoy, sola como la monotonía que culmina estos años, y sin ti parece aún tan oscuro el fondo...
Y hablas de mitades. Hablas de mi mitad, de la tuya; mitades que unidas parecen una.
Ya no hay mitad. La dualidad no existe y el piano sueña en su fondo del océano y otra melodía toca. Ya es hora de decir adiós, la despedida mucho se ha repetido. Pero siempre queda la luna allá arriba que sin saberlo, es la que gobierna tu corazón.


domingo, 9 de febrero de 2014

La larga intensidad de la espera rellena el hueco de mi corazón de insondables desesperaciones. Parece que ya no puedo más con esta eterna cuesta empinada. Te necesito demasiado, pues demasiado te echo de menos y es largo el tiempo sin ti, aburridas horas que no pasan, y sin pasar parece aún mas extenso. En mi inconsciente presente estás todos los días... y en mi sonrisa pareces reencarnarte. Es como si no existieras y hasta sueño con ello, sueños que me atormentan, y hoy la pesadilla ha iniciado el camino que me lleva al mal carácter. Estoy constantemente suicidando mi mente, estoy sin querer estar y me transporto, cual hada de cuento, hasta tus labios. Te beso y parece que sanas, y te beso y desaparece la inexistencia de tu ser.
Pues contigo vivo y contigo muero, pues sin ti todo es horrible y contigo lo horrible es bello.


viernes, 7 de febrero de 2014

Deseos

Cuando estamos juntos todo es maravilloso. Una oleada del perfume de tu piel hace temblar mi cuerpo. Son tus ojos transformados en cielo, cielo que mágico cubre mi cabeza y al contemplarte veo ese sol rojizo en tu cara. Resulta muy placentero mirarte, me encanta el contorno de tus pestañas, el sabor que ofrecen tus labios al besar, tu frente lisa y perfecta como una llanura errante y esas marcas de dolor que posee tu corazón. Las plumas de tu cabello rebosan oscuras nostalgias negras y aquel semblante serio característico de tu ser, que muestra tímidamente sonrisas transparentes como el lago azul que rodea tu pupila. Más quisiera yo mirarte todos los días, al menos soñar con tu amor. Tus brazos rodeándome y tu besos dibujando mis senos. Más quisiera yo tu sexo sobre mi sexo, tus pensamientos en mi mente y tu voz en mi oído, tu respiración impidiendo la mia. Más quisiera tenerte y soñarte, sumergirme en los mares de tu alma. Más quisiera romper las quimeras de las que se alimenta esto... y al fin tu lengua absorberme y mis ojos, deseosos de deseo culminen a tu lado. Hacer temblar mi cuerpo, hacer de esto un infinito, hacer del amor mil sonrisas invencibles al viento.
Y al fin, estar contigo.