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Vuelo desesperada por las galaxias infinitas de mí.

lunes, 1 de julio de 2013

Ella se llama Cat

He conocido a una chica.
No sé cómo es físicamente... pero siento que es pequeña en un mundo de mayores. Es sonriente, alegre, viva, emotiva, suave, cordial. Tiene un corazón tremendamente grande, tanto diría yo, que casi puede llenar el mío. Me la imagino preciosa... con ojos brillantes, cual estrella cautivando silenciosa un mundo como este; una boca tan dulce, como las lágrimas que lloran de su interior; y una piel blanca, cual princesa que todavía no cree que es.
Ésta no conoce a Edsi... quizás pueda ser para ella una mota de polvo al que sopla esperando en la claridad al tiempo, que inexorablemente terminará con su cuerpo. He pensado mucho acerca del nombre que quizá pueda corresponderte,
yo... te llamaré Sara. Sara como la princesa que salvajemente se castiga. El dolor que acompaña a mi chica es profundo, es seco, es cruel. El dolor de mi chica puede con ella, puede con su consciencia, puede con su vida. La princesa, mi princesa... solo encuentra la felicidad manchando su cuerpo de sangre.
Corta tan cuidadosamente su tez, que la delicadeza de su alma termina también rota. Autolesionándose siente una felicidad efímera, quedando esta mostrada en su piel.
No presenta al mundo sus cortes, ni sabe si quiera qué es la felicidad. El dolor ciega a Sara.
Como yo, la princesa muestra una máscara. Sonríe cuando llora, y cuando llora sonríe.
Nunca supe qué le pasó... nunca supe el motivo de su infelicidad. Pero la princesa que no sabe quién es, que desconfía de ella, que la inseguridad y las pesadillas forman su vida... muere poco a poco en cada herida descosida de su blancura. Me dice que no puede evitarlo, que no quiere confiar, que es lo único que tiene...

Sara, todo puede cambiar si estás dispuesto a ello. Mira a tu alrededor, observa lo que tienes. Se pueden apreciar tantas cosas en el día a día... pide ayuda, tienes muchos apoyos, y todos y cada uno de nosotros queremos tu verdadera felicidad. Eres una chica preciosa... intenta quererte a ti misma, sé que es muy difícil.. que a veces te pierdes... pero te pido que confíes, que muestres el terror que conforma tu vida y que sobretodo sientas que no estás sola. Cambia los cortes por una radiante sonrisa de princesa. Princesa que no crees que eres, pero que siempre serás.

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